Genere y gane su confianza. Sea honesto, directo y muestre interés en ellos.
No hable demasiado porque los ahuyentará. Racionalice lo que dice y aconséjeles cuando sea necesario.
Sea persistente pero hágalo con mucha cautela. Sea perseverante, no se rinda fácilmente pero no se transforme en una molestia para ellos porque no regresarán jamás.
Pregunte cuantas veces sea necesario para acertar con sus necesidades.
Prepárese y planifique estrategias de venta pero sea flexible para adaptar su plan de acción a sus clientes.
Aprenda constantemente de ellos. Sea educado en todo momento y esté atento para aprender de sus clientes porque ellos probablemente le enseñen mucho más que un buen libro.
Focalícese en ellos, no en el producto. Céntrese en las necesidades de sus clientes y no se entusiasme exageradamente con el producto.
Sea creativo para responderles y satisfacerlos. No lo haga de manera “estándar”. Cambie y renueve constantemente su estilo.
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