(SÍNTESIS, 30/09/96 por S. Sanchis. Del libro del mismo título) |
Los problemas no son un problema. Es precisamente lo que nos hace evolucionar. Los problemas no nos hacen sufrir, sino nuestra supuesta incapacidad para resolverlos. Esto es lo que nos agobia.
Nos relacionamos con los demás luchando o huyendo, pero lo podemos hacer mejorando nuestra capacidad verbal para resolver los problemas que ello genera.Cuando pretendamos resolver algo, debemos insistir hasta el final, aunque la tentación de abandonar nos parezca irresistible.
Es necesario practicar hasta habituarnos la asertividad (agresividad positiva) verbal. Deberíamos evitar, la interpretación, según nos convenga, de lo lógico y razonable. No habríamos de permitir que otros manipulen nuestras emociones, deseos, comportamientos. Pero tampoco hemos de manipular a los demás, simplemente porque no tenemos derecho a ello. No hemos de ser controlados pero tampoco controlar. Solo nosotros tenemos derecho a juzgar lo que somos y lo que hacemos y a asumir nuestras responsabilidades por esta justa actitud.
Las normas, los comportamientos de relación entre dos personas, siempre son arbitrarias, interpretables subjetivamente, pero al final debe haber pactos compartidos. A los que dependen de nosotros hemos de otorgarles progresivamente mayor libertad para que tomen sus propias decisiones y así pueden no ser justos, pero valen si son eficaces. Las normas de relación no deben imponerse, sino irlas perfilando sobre la marcha. Las personas inseguras prefieren muchas normas, pocas incógnitas, pero esto les impide evolucionar. Hemos de sustituir "el debo o no debo" y el "debes o no debes" por "el quiero o no quiero", "me gusta no me gusta" y "el quieres o no", "te gusta o no"...Tendríamos que basarnos en nuestro propio juicio, renunciar a responsabilizar a los demás de cómo somos. Cada uno es responsable de sí mismo, y nuestra vida, y la forma en que la vivamos, es cosa "exclusivamente" nuestra.
No existen comportamientos buenos o malos 100% correctos o incorrectos; lo que sí existe es el modo personal que elegimos de comportarnos.
Tenemos que intentar darnos cuenta de que alguien nos esta intentando manipular, justo en el momento en el que lo esta haciendo.
Deberíamos elegir amigos que acepten nuestro derecho a ser como queramos ser y que no intenten manipularnos convenciéndonos de nuestros "supuestos" errores.
No tenemos que supeditar nuestro comportamiento a la opinión de los demás.
Tenemos derecho a decidir si nos incumbe o no la responsabilidad de encontrar soluciones a los problemas que nos plantean otras personas. Tenemos derecho a cambiar de opinión.
Tenemos derecho a cometer errores (nadie somos perfectos) y a asumirlos.
Tenemos derecho a no tener respuestas para todo.
Tenemos derecho a ser independientes de los deseos de los demás, a no caerle bien a todo el mundo, a no angustiarnos porque alguien no nos quiera. Hemos de entender que hagamos lo que hagamos siempre habrá quien no le guste.
Tenemos derecho a tomar decisiones que no parezcan lógicas, que no se entiendan. Nadie es capaz de comprender del todo la mayor parte de las cosas que nos pasan. Si nos proponemos alcanzar la perfección, nos sentiremos frustrados si no entendemos que probablemente no lo vamos a conseguir.
Para conseguir nuestro objetivos, y ser asertivos, hemos de ser persistentes, hasta el final, pero sin enfadarnos, sin levantar la voz. Decir una y otra vez lo que queremos decir, y no lo que el otro quiere que digamos.
Hemos de evitar la manipulación en ambas direcciones y procurar acuerdos viables, logrando una comunicación sin rodeos, sin conflictos y con un único objetivo: encontrar una solución aceptable para las dos partes.
Debemos procurar entender lo que realmente los demás nos dicen, nos ofrecen, nos piden, que no tiene porque ser exactamente lo que oímos o lo que vemos.
También hemos de conseguir que la conversación sea fluida en ambas direcciones, esto es recibir y enviar una buena comunicación.
No nos ha de importar revelar nuestros propios aspectos negativos, ni nuestra propia aceptación, a pesar de ella, y sin inventar razones que nos suenes mas aceptables a nuestros propios oídos.
Nuestras propuestas deben ser SIMPLES y DIRECTAS (Por ejemplo: es posible que sea como tú dices, pero esto es lo que yo siento y deseo) y MIRANDO A LA CARA.
Si uno se empeña, siempre puede encontrar el defecto que buscamos. Es fácil la critica si analizamos las cosas desde nuestra particular visión de cómo debería ser.
No es manipulativo querer algo de alguien, sino la forma en la que podemos pretender conseguirlo.
Si a una crítica respondemos con otra, el tono crece y no permita la comunicación. Hemos de aprender a no sentirnos incómodos cuando alguien interpreta como un mal comportamiento lo que a nosotros no nos lo parece, entendiendo que lo hace simplemente desde su punto de vista y tiene derecho a hacerlo como nosotros a no estar de acuerdo.
Por tanto, no deberíamos negar ninguna critica, desarmando así su propósito, y tampoco contraatacar con nuevas criticas hacia el otro, para así lograr una buena comunicación. Incluso debemos manifestarle que existe la posibilidad de que él tenga razón. También debemos reconocer los hechos, aun cuando no nos gusten, y nuestros errores, sin darle ni quitarle la importancia que tenga.
Seria deseable lograr que con quienes nos relacionamos se comporten con nosotros sin manipularnos y adoptar por nuestra parte actitudes más asertivas.
Para colaborar no respondamos a la defensiva, no utilicemos los sarcasmos ni otras referencias despectivas, aceptemos su mensaje y procuremos llevar la conversación hacia un análisis compartido de la conversación, sin ningún tipo de agresividad, con respeto...procurando siempre un acuerdo satisfactorio para las dos partes.
Hemos de aprender a no responder de manera defensiva, automáticamente.
Hemos de conseguir ser menos sensibles a las críticas (justas o no), permitir que nos digan lo que realmente piensan, sin prisas, y permitiendo y ofreciendo siempre salidas airosas en vez de acorralarle. Deberíamos limitarnos a simplemente exponer lo que a nuestro juicio es lo correcto, y permitir que el otro tome sus propias decisiones.
Saber lo que queremos decir no es suficiente, hemos de saber como lo vamos a decir para lograr ser bien entendidos, aún habiendo críticas y transmitiendo confianza en los que estamos diciendo. Hemos también de saber escuchar lo que realmente nos están intentando decir, y no lo que queremos o creemos que nos van a decir.
Seria muy importante sonreír cuando somos interrumpidos, y después reconducción la conversación hacia donde estábamos realmente, adoptando actitudes de comprensión y no de rechazo.
El temor puede llegar a ahogar nuestro mejores sentimientos. El interés intenso y los buenos sentimientos pueden ayudarnos a superar nuestras ansiedades.
Ordenándonos no sentirnos ansiosos no alivia nuestra ansiedad. Es mejor simplemente relajarnos.
Mostrarnos decididamente asertivos, diciendo lo que realmente deseamos, sin temor, ayuda a eliminar la manipulación mutua.
Admitamos que cada uno es su propio juez, y que tiene derecho a serlo.
TÉCNICAS ASERTIVAS DE COMUNICACIÓN
* Oír las criticas aceptando la posibilidad de que puedan ser verdad, total o parcialmente.
* Captar los mensajes reales, lo que realmente es importante para el otro.
* No adoptar actitudes defensivas ni hostiles.
*Animar a la critica sincera, de los demás.
* Aceptar y potenciar la discusión de los aspectos positivos y negativos que tenemos.
* Ofrecer al otro compromisos viables.
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