¿QUÉ ES EL ESTRÉS?
No es tener problemas. Es la consecuencia de nuestra REACCIÓN INTERNA, en forma negativa, ante una CAUSA EXTERNA, analizada desde nuestro propio código, deforma subjetiva.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
Aunque hemos de procurar cambiar y/o evitar en lo posible las causas externas, lo que sobre lodo hemos de hacer es analizar y modelar nuestras reacciones internas y nuestro código de conducta.
Todos deseamos cambiar lo que no nos gusta, pero para que el resultado sea positivo hay que decidir FIRMEMENTE cambiar.
No hay soluciones, ni métodos mágicos.
Lo realmente mágico será nuestra DECISIÓN y nuestra DEDICACIÓN de aplicarlos a nuestras vidas, de una manera CONSCIENTE, DECIDIDA y PERSISTENTE.
Nuestra acción puede clasificarse en cuatro fases.
• Análisis de la situación actual.
• Estudio de cambios internos y externos.
• Organizar y planificar la adaptación.
• Utilización del entorno.
Hay que adoptar una actitud saludable hacia todas las tareas del día.
El estrés ha de considerarse un desafío, no algo irremediable.
Hay que trabajar para resolver los problemas, en lugar de habituarnos a ellos.
El estrés que sufrimos ha de suponer un motivo para mejorarnos, a través de nuestra lucha contra él, en vez de asumirlo como compañero de viaje.
El estrés fuera de control es malo, el que nos hace movernos es bueno.
¿Cómo es el nuestro?
¿Reaccionamos como deseamos ante los distintos acontecimientos del día?
¿Es así como queríamos haber resuelto el tema?.
¿Nos hace sentir mal?
Si es así, hay que combatirlo y vencerlo.
Hemos de averiguar las causas y orígenes que nos lo producen.
Realizar una lista, por orden de importancia y de forma resumida, sin dejarnos ninguna aunque parezca poco importante, agrupando las cuestiones por áreas de nuestra vida (laboral, familiar, pareja, amigos, lugares, ocasiones de presión, sentimientos, situaciones, momentos del día, semana, ...). Así podremos comprobar que no hay tantas causas y que el tema no parece tan grave como cuando nos estaban revoloteando sin parar en nuestras cabezas.
Abordemos un solo tema, olvidando el resto (COMPARTIMENTOS ESTANCOS), y decidamos que actitudes adoptar en cada caso para resolverlo adecuadamente. Este proceso es el más trascendental y ha de estar abierto a nuevos datos, cambios sobre la marcha, en la medida en que vayamos avanzando.
Ahora hemos de averiguar que es realmente lo que hay en el fondo, cual es la sensación que los identifica, el origen común oculto detrás de la mayoría de las causas. Investigar causas, temores, necesidades, códigos de nuestra conducta, preocupaciones. cosas que creemos no podemos soportar. ...
Esto no será fácil, pero hay que llegar hasta el fondo de nuestra personalidad, en la que conviven actitudes que, al sernos habituales y habernos acostumbrado a ellas, se nos pasan desapercibidas a nosotros mismos.
Los demás se dan más cuenta de ellas que nosotros mismos, por lo que será útil compartir este proceso con otras personas de nuestro entorno que con su opinión más objetiva nos pueden ayudar en nuestra investigación.
Nos pueden ayudar simulando situaciones, debatiendo pensamientos que tenemos, escuchando sus opiniones sobre nuestras reacciones y porque creen lo hacemos así, como ven que reaccionan los demás ante nosotros, y todo lo que haga falta. También, a solas, podemos interpretar situaciones de estrés vividas, en voz alta. Actuar según lo hacemos habitualmente y según nos gustaría haberlo hecho cuando ocurrió. Meditando en cada acción sobre el porqué de nuestras reacciones no deseadas.
Otro método de estudio es la auto sensibilización. Consiste en adoptar una postura cómoda en un lugar en el que nos encontremos relajados. Lo podemos hacer en un momento de estrés ó bien después de haber ocurrido. En esa posición cómoda, dejar que los pensamientos, las sensaciones, los sentimientos, ... afloren libremente en nuestra mente, sean ó no referidos a la cuestión que nos preocupa ó deseamos estudiar.
Esto nos ayudará descubrir cosas sobre nosotros mismos.
Lo mas importante no es cual es el método. A cada uno le irá uno mejor que otro. Hay que buscar el que nos facilite más la búsqueda del origen de nuestras reacciones.
Analizadas las causas que nos provocan las situaciones de estrés, cada uno ha de saber que cambios introducir en su vida, que le permitan abordarlos de forma más relajada, fría y consciente. Los problemas no desaparecerán nunca del todo, pero descubriremos que los problemas ya no nos agobian como antes, lo que además nos permite resolverlos con mayor facilidad, esto nos reportará mayor seguridad en nosotros mismos y en nuestras posibilidades.
Nos sorprenderemos más de lo que nos imaginamos.
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