ASÍ ORGANIZO MI VIDA
No van a ser pocos y grandes, sino muchos, pequeños, accesibles, a mi medida, muy concretos.
Voy a ser ambicioso en el objetivo global pero humilde y meticuloso en las pequeñas partes que van a configurar el gran objetivo.
Voy a abarcar todas las facetas de mi vida, todos mis sueños y mis deseos, sin excluir ninguno.
Será una lista de muchas pequeñas metas, sencillas, claras, como 100 por ejemplo.
Quiero una escalera larga y alta, pero he de escribir los escalones tan pequeños como para que no tenga dificultades en subirlos, y ha de haber tantos como para que valga la pena irla subiendo y saborear los muchos pequeños éxitos que iré logrando.
2.- TODO ESTO LO VOY A HACER POR ESCRITO.
Así mis objetivos toman cuerpo en mi mente, todo queda más claro y por tanto tendré más seguridad, más fuerza.
Los voy a clasificar por áreas ó aspectos de mi vida.
Los voy a ordenar según su dificultad, primero abordaré los más sencillos y poco a poco iré atacando los mas complicados.
Esto me dará el impulso y la moral necesarios para la consecución del gran objetivo de mi vida.
3.- VOY A DETERMINAR MI ESTRATEGIA.
Ahora que tengo distribuido en pequeños trozos el gran proyecto de mi vida, voy a dividir cada una de mis metas en cortas etapas de fácil cumplimiento.
Me voy a marcar las distintas acciones que tengo que llevar a cabo en cada etapa, de forma cronológica, con todo lujo de detalles (fechas, lugares, contactos, ayudas que he de solicitar, cumplidos, compromisos...).
4.- DETERMINO LOS PLAZOS Y LIMITE DE TIEMPO.
Esto evitará los relajamientos y desánimos y propiciará el disfrute que da el éxito de ir logrando lo planeado en el tiempo previsto. Una fecha limite me proporciona un marco en el tiempo y así puedo regular mis acciones, lo que me impulsa y me motiva en mi camino hacia la consecución de mis pequeñas metas.
5.- ME VOY A COMPROMETER EN CADA META.
Voy a adoptar actitudes ante cada meta de compromiso real, arriesgando algo si no lo consigo, económico ó moral, mejor aún ante terceros.
Voy a descubrir que esto reafirmará y potenciará mis aptitudes y recursos propios personales, que realmente son superiores a los que yo imagino.
6.- NO VOY A TENER MIEDO AL FRACASO.
Acepto, antes de empezar, el hecho de que no todo me va a salir como yo haya planificado.
Es normal y así le ocurre a todo el mundo. Pero, dando pequeños pasos, uno tras otro, me sentiré cada vez más fuerte y le iré perdiendo el miedo al fracaso.
Y aún así, cada vez que fracase lo volveré a intentar, una y otra vez, tantas como hagan falta, sin límite.
En cada fracaso aprendo algo nuevo y con esa nueva sabiduría me hago más fuerte y tengo más probabilidades de éxito en el nuevo intento, y así hasta el éxito final.
7.- CUALQUIER MOMENTO ES BUENO PARA EMPEZAR.
No importa la edad ni la época del año, puedo empezar en cualquier momento, ahora mismo.
Estoy seguro que voy a mejorar mi situación actual, y eso hace que valgan la pena todos los esfuerzos y sacrificios que haya de hacer. Es muy grande el poder de las metas: Infunden nuevas energías, marcan el rumbo y motivan, sobre todo motivan, y esto es, quizás, lo que nos faltaba hasta ahora.
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